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Problemática existente entre la filiación y las diferentes técnicas de reproducción (página 2)




Enviado por Jose Yustiz



Partes: 1, 2

I) los procedimientos
constitutivos o impugnativos,

II) el estado
civil filial constituido y;

III) los derechos y deberes
atribuidos al estado civil.
Además, tiene un fuerte carácter normativista.

Tipos de
Filiación (Unidad o Pluralidad)

Esto se refiere a cuántos estados civiles
filiales tiene ordenamiento jurídico, y supone una
definición específica de la ley.

1.- Pluralidad. Si el Derecho distingue varias
posiciones de hijo como estado civil, p. ej., legítimo (o
también llamado filiación matrimonial) e
ilegítimo (no matrimonial), adoptivo, etc., entonces debe
hablarse de diversos tipos de filiación. La pluralidad de
estados es un instrumento para atribuir una discriminación en los derechos y obligaciones
imputables.

2.- Unidad. Si el Derecho sólo tiene una
posición en su calidad de hijo
como estado civil, entonces no puede hablarse de tipos de
filiación sino de una única consideración en
la posición, "hijo". La unidad de estado es usada para
atribuir igualdad en el
régimen de los derechos y obligaciones.

Procedimientos para Constituir la
Filiación

Se trate de un sistema plural o
único, el estado civil filial puede tener su origen en
diversos procedimientos que establezca la ley. Cada procedimiento se
organiza en torno a un
criterio-base que origina el procedimiento. Los criterios-base
los determinada cada legislación, los tradicionales son:
el natural, mediante acto natural de la procreación, y el
puramente jurídico, mediante un contrato (como en
la antigua adopción
romana) o un proceso
jurisdiccional de adopción. A ellos en algunos sistemas se les
agrega los siguientes criterios-base: de reproducción asistida, mediante un acto
tecnológico de reproducción, y uno social,
atribuido mediante sólo consideraciones sociales sobre
quien sea hijo de quien.

En el caso de la filiación de origen
biológico, también se distingue entre un contexto
matrimonial, cuando los progenitores están casados entre
sí, y el contexto no matrimonial (o extramatrimonial), en
caso contrario.

Formas de determinar la
filiación

Según el ordenamiento jurídico en concreto, la
filiación puede recurrir a ciertos factores de
determinación de la filiación. Su objetivo es
facilitar la constitución del estado filial, mediante el
establecimiento legal de tipos de hechos relativamente simples de
constatar en la práctica, y que sean una
manifestación externa del criterio-base.

En esta materia
depende de cada legislación nacional su establecimiento, y
cada procedimiento puede tener sus propios factores
independientes de los otros:

Mediante el parto.
Éste se construye como un factor de determinación
de la filiación en un procedimiento natural, que se aplica
sólo a la
mujer.

Mediante la vieja y conocida regla del páter is
est. También sólo opera en un procedimiento
natural. Se establece que el marido de la madre será
considerado como padre del hijo de ésta.

Ésta se construye mediante tres
subreglas:

  1. la existencia de un matrimonio,
  2. el nacimiento dentro de un preciso tiempo en
    relación con el matrimonio y;
  3. que se esté determinada la maternidad de la
    madre.

Mediante el acto de reconocimiento de la progenitura,
paterna o materna. Cada legislación tiene sus propios
límites, pero existe una tendencia a que
tenga cada vez menos límites.

Mediante sentencia firme. Este caso es aplicable para
adopciones, o para reclamaciones de paternidad. La sentencia
también se inscribe en el Registro civil,
con el fin de dar publicidad a un
hecho que tiene importantes consecuencias frente a
terceros.

A través de la inscripción de su
nacimiento en el Registro civil. En algunas legislaciones, como
la chilena, éste no constituye un factor de
determinación, sino un medio para acreditar la
filiación ya constituida.

Posesión notoria. Sólo constituye un
factor de determinación, cuando la legislación ha
erigido un criterio social, como base de un procedimiento. La
posesión notoria es la actitud de un
aparente padre, es decir, una persona que trata
a un niño como si fuera suyo: lo cuida, educa, le provee
alimentos y
vestimenta, es decir, lo trata como un padre trata normalmente a
un hijo. Esta forma en algunas legislaciones es considerada
sólo una forma de acreditar la filiación ya
constituida, pero con la exactitud de las pruebas de
ADN, el
concepto
práctico de la posesión notoria como determinante
de la filiación ha caído en desuso.

Acciones
relativas a la Filiación

Las acciones
relativas a la filiación, bajo el supuesto de que exista o
no el estado filial, pueden ser de dos grandes clases:
destructivas de la filiación o atributivas de ella. Para
los procesalistas, todas ellas son constitutivas porque vienen a
innovar sobre el reordenamiento jurídico. La
mayoría de los ordenamientos jurídicos reconoce las
siguientes acciones:

Acciones de imputación.

La acción
de reclamación o vindicación de la
filiación: Es el derecho de toda persona de acudir ante
las instancias judiciales para resolver su estado de
filiación. Sería el caso del hijo que sabe la
identidad de
su verdadero padre, e inicia la acción de
vindicación para que este sea reconocido judicialmente
como tal.

La acción de adopción: Tiene por objeto
constituir el estado civil de hijo, sometiéndose a los
procedimientos jurídicos respectivos que cada
legislación cree.

Acciones de impugnación.

La impugnación de paternidad en sede
judicial.

El desconocimiento de paternidad. Por ejemplo, ante un
hijo que nace dentro del matrimonio, pero cuyo progenitor no es
el cónyuge.

La nulidad o impugnación del reconocimiento. Por
ejemplo, un padre que haya reconocido a un hijo voluntariamente,
puede luego pedir que se revoque este reconocimiento. Algunos
ordenamientos estipulan que el reconocimiento es irrevocable
(caso nuestro), salvo por error o falsedad a la hora de haberlo
realizado, debiendo solicitarse en sede judicial.

Efectos de la
Filiación

En el Ius Commune a esta área se le llamaba ius
personarum. La filiación tiene importantes efectos
jurídicos. Podemos citar, entre los más
importantes, los siguientes:

  1. En el caso de derecho sucesorio, en algunos sistemas,
    la filiación obliga a la reserva de la legítima y
    es el heredero legal prioritario (junto con el resto de
    hermanos).
  2. En el caso de derecho de familia, la
    filiación origina la patria
    potestad, generando multitud de derechos y
    deberes.
  3. La filiación determina los apellidos de la
    persona, que se regirán en función
    de la legislación concreta aplicable.

Entre los efectos extra civiles podemos
mencionar:

  1. En derecho penal
    la filiación puede alterar la comisión de un
    delito, en
    algunos casos como atenuante, y en otros como
    agravante.
  2. En derecho
    constitucional, la filiación puede comunicar la
    nacionalidad
    de los padres a los hijos de éstos.

Diferencia con la consanguineidad

Es menester hacer la diferenciación entre este
concepto y el de la consanguineidad y la relación en
sentido más amplio que se refiere tanto a los
vínculos de procreación (genitor, génitrix y
progenie) que los vínculos más puramente sociales y
culturales de los status padre, madre, hijo e hija.

Técnicas de
Reproducción Asistida

 Consiste en auxiliar, transformar o
sustituir procesos
destinados a ocurrir espontáneamente en el aparato genital
femenino por medio de una manipulación
ginecológica. No genera modificación alguna en el
patrimonio
genético del embrión humano.

El recurso a la procreación artificial tiene la
función de otorgar una de las materias primas más
importantes para la ingeniería
genética, es decir, los gametos, y especialmente,
cuando se realiza la técnica de fecundación in vitro, los embriones
sobrantes.

  • Inseminación Artificial

La Inseminación Artificial (IA), es una
técnica de reproducción asistida que consiste en el
depósito en el interior del tracto reproductor femenino de
los espermatozoides, para acortar la distancia que deben recorrer
éstos hasta llegar al ovocito.

En un principio la Inseminación Artificial se
utilizó en situaciones de alteración
anatómica del aparato reproductor masculino o en casos de
disfunción eréctil, en los que el varón no
era capaz de eyacular dentro de la vagina de la esposa.
Posteriormente la Inseminación Artificial se
utilizó también en casos de infertilidad masculina,
ya que al concentrar los espermatozoides se consigue que un mayor
número de ellos alcance la periferia del
ovocito.

De forma natural, la eyaculación inyecta una gran
cantidad de espermatozoides en la zona de entrada del
útero, llamada cérvix o cuello uterino. Las
glándulas del cérvix producen un moco que a
diferencia del pH
ácido de la vagina, es de pH alcalino como el
líquido seminal. Los espermatozoides penetran a
través de este moco cervical y se almacenan en las criptas
que forman las glándulas del cérvix.
Muchísimos espermatozoides, no penetran en el moco y se
pierden en la vagina.

El líquido del semen o plasma seminal, posee unas
substancias (prostaglandinas) que al actuar sobre el
cérvix hacen que el útero se contraiga y aspire los
espermatozoides acumulados en el moco cervical hacia la parte
alta del útero. El plasma seminal nunca entra dentro de la
cavidad uterina. Se queda en la vagina, por lo que es normal que
las mujeres noten que cae algo de líquido después
de haber tenido relaciones. En una Inseminación
Artificial, el plasma seminal es separado de los espermatozoides
y es eliminado, ya que si se introdujera dentro del útero,
produciría fuertes contracciones, e incluso podrían
aparecer infecciones o reacciones
anafilácticas.

Además de por las contracciones uterinas
producidas por las prostaglandinas del plasma seminal, los
espermatozoides ascienden hacia las Trompas de Falopio por las
contracciones peristálticas de las trompas, inducidas por
las hormonas que
liberan los folículos. Normalmente hay un solo
folículo dominante que producirá más
cantidad de hormonas y que hará que la trompa de su lado
se contraiga más que la del otro, aspirando hacia
sí la mayor parte de los espermatozoides.

Cuando los espermatozoides llegan a la zona donde se
encuentra el óvulo, han sufrido una serie de
transformaciones, en su ascenso desde el cérvix, conocidas
como capacitación espermática. Sabemos
que los espermatozoides que se encuentran en el semen son
incapaces de fecundar y solo pueden hacerlo después de
haberse producido este proceso de capacitación.

Una vez llegan hasta el óvulo y gracias al batido
de su cola, los espermatozoides atraviesan las células
que rodean al ovocito (llamadas cúmulus ovoforus) y merced
a unos receptores específicos en la Zona Pellúcida
(capa que envuelve al ovocito) se unen a ésta y al hacerlo
se produce una modificación en la cabeza del
espermatozoide (llamada Reacción Acrosómica) que
hace que se liberen substancias que modifican la Zona
Pellúcida y permiten la fecundación.

Parece, sin embargo, que para que la fecundación
se produzca deben adherirse a la Zona Pellúcida una
suficiente cantidad de espermatozoides. Si llegan pocos,
será muy difícil que se consiga fecundar. Esto nos
explica porqué varones con poca cantidad de
espermatozoides móviles, tendrán grandes
dificultades para conseguir embarazo de
forma natural, ya que, como se ha comentado, parte de estos pocos
espermatozoides móviles se perderán en la vagina y
del resto, no todos ascenderán hasta el fondo del
útero y algunos de los que sí lo hagan, irán
hacia la trompa donde no se encuentra el óvulo y por fin,
no todos los que alcancen el óvulo serán capaces de
atravesar las células del Cúmulus Ovoforus y unirse
a la Zona Pellúcida. Si partimos de pocos espermatozoides,
muy pocos alcanzarán el óvulo.

En esto casos, la Inseminación Artificial es un
tratamiento muy sencillo y de gran ayuda ya que lo que permite es
depositar una gran cantidad de espermatozoides móviles en
el fondo del útero, para que puedan llegar suficientes
hasta el ovocito. Explicándolo de forma muy
esquemática lo que se hace es concentrarlos y depositarlos
en el fondo del útero el día que la mujer está
ovulando. Aunque seguimos partiendo de pocos espermatozoides, al
concentrarlos y dejarlos mucho más cerca del óvulo,
no perdemos los millones de espermatozoides que quedan por el
camino de forma natural.

En realidad, el semen no simplemente se concentra, sino
que dos horas antes de hacer la Inseminación Artificial se
le realiza un procedimiento de capacitación artificial,
que imita el proceso de capacitación natural y que
básicamente, además de la concentración,
consiste en la eliminación del líquido del semen y
la substitución de éste por un medio de cultivo
específico que trata de aumentar la movilidad
espermática así como de mejorar la capacidad
fecundante de los espermatozoides. Se realiza además una
selección de los mejores espermatozoides,
de manera que solo éstos son utilizados para la
inseminación artificial.

TIPOS DE INSEMINACIÓN:

Dependiendo de la procedencia del semen, y del lugar del
tracto femenino donde se depositen los espermatozoides, existen
diferentes tipos de Inseminación:

  1. I.A. Conyugal (I.A.C.), cuando el semen procede del
    marido.

    I.A. Donante (I.A.D.), cuando el semen procede de un
    donante anónimo.

  2. Según la procedencia del
    semen:
  3. Según el lugar donde se depositen los
    espermatozoides:

I.A. Paracervical, cuando se dejan en el canal
cervical

I.A. Intrauterina, cuando se dejan en el interior del
útero.

Habitualmente se lleva a cabo siempre la
Inseminación Artificial Intrauterina con el semen
previamente capacitado, ya que es la que mejores resultados
proporciona.

  • INSEMINACION DE DONANTE

QUÉ ES LA I.A.D.

La Inseminación Artificial con semen de Donante
(I.A.D.) es un tratamiento de reproducción asistida que se
lleva a cabo cuando no se pueden utilizar espermatozoides de la
pareja para conseguir el embarazo.

En la actualidad, los avances en el diagnóstico del factor masculino, en su
tratamiento y sobre todo en las técnicas
de fecundación asistida, como la microinyección
espermática intracitoplasmática (I.C.S.I.) hacen
que cada vez se tenga que recurrir con menos frecuencia a la
utilización de semen de donante. Sin embargo hay ocasiones
en las que es imposible conseguir espermatozoides, ni siquiera
tras un tratamiento médico del varón o incluso tras
realizar una biopsia testicular para aspirar
espermatozoides.

Son casos en los que de nacimiento, no se generan las
células que dan lugar a los espermatozoides (como en el
Síndrome de "Solo Células de Sertoly") o bien estas
funcionan incorrectamente y no llegan a producir espermatozoides
(bloqueo madurativo de la espermatogénesis). En otras
ocasiones sí hay algún espermatozoide, pero o bien
están todos muertos (necrozoospermia) o ninguno de ellos
presenta una correcta
morfología (teratozoospermia). Existen,
por último, pacientes en los que sí hay
espermatozoides e incluso con movilidad y en mayor o menor
cantidad, pero todos ellos o en una gran mayoría,
podrían transmitir algún tipo de enfermedad,
malformación o alteración genética
al
feto en el caso de que se produjera un
embarazo.

Ante todas estas circunstancias, así como en
aquellas en las que el número de espermatozoides
móviles sea muy bajo y no se utilicen técnicas de
I.C.S.I., o en algunos casos en los que a consecuencia de
alteraciones en el semen la calidad embrionaria sea muy baja, es
posible recurrir a espermatozoides de un donante para conseguir
el embarazo.

  • FECUNDACIÓN IN-VITRO (FIV)

La fecundación in-vitro (FIV) es uno de los
tratamientos de más amplia aplicación dentro de las
técnicas de reproducción asistida y constituye,
junto al ICSI, una de las técnicas de uso rutinario en el
tratamiento de la infertilidad.

Desde que se produjo el primer nacimiento mediante FIV,
en Inglaterra, en
1978, cientos de miles de niños y
niñas han nacido gracias a esta técnica, habiendo
sido ampliamente demostrada la seguridad de su
uso.

La fecundación in-vitro o FIV, consiste
sencillamente en juntar óvulos y espermatozoides en un
medio de cultivo para que fecunden, cuando de forma natural no
pueden hacerlo por una disfunción en el varón o en
la mujer.

Primero se obtienen los ovocitos (óvulos) de la
mujer mediante aspiración transvaginal de los
folículos y posteriormente son inseminados en el laboratorio,
poniéndolos en contacto con una concentración
adecuada de espermatozoides y dejando que ellos mismos realicen
todo el procedimiento de fecundación, como lo
harían de forma natural en el interior de las trompas de
Falopio.

Los ovocitos que son fecundados, iniciarán la
división celular, exactamente igual que lo harían
en el interior del tracto genital femenino,
transformándose en embriones, los cuales serán
finalmente transferidos al útero materno, donde
llegarían por sí mismos si la fecundación se
hubiera producido en las trompas de Falopio.

Actualmente sabemos que ni los ovocitos, ni las
células que los rodean ni el líquido donde se
hallan, atraen a los espermatozoides, sino que son las
contracciones de las propias trompas de Falopio las que llevan
los espermatozoides hasta los óvulos. Por ello, en la FIV,
los ovocitos deben ser depositados en pequeñísimas
gotas de un medio de cultivo basado en el fluido tubárico
humano (HTF) para facilitar el contacto entre óvulos y
espermatozoides.

  • MICROINYECCIÓN ESPERMÁTICA (
    ICSI)

La microinyección intracitoplasmática
(intra citoplasmic sperm injection) es una de las técnicas
más novedosas y que mayor repercusión han tenido en
el tratamiento de la infertilidad.

Aunque se venía investigando desde la
aparición de las primeras técnicas de
reproducción asistida, el primer embarazo conseguido
mediante esta técnica data de 1992. Hoy en día ya
se cuentan por miles los niños y niñas nacidas
gracias al ICSI.

Su incorporación al laboratorio de FIV como
método de
rutina está abalada tanto por los resultados obtenidos
como por las nuevas perspectivas de tratamiento que ofrece a
parejas con infertilidad debida a factor masculino severo y que
veían anteriormente limitadas sus posibilidades de
procreación mediante la fecundación in vitro
(F.I.V) convencional.

Fundamentalmente la técnica consiste en la
inyección de un solo espermatozoide dentro del ovocito. El
porcentaje de fecundación de los ovocitos que son maduros
es de aproximadamente un 70%, lo que lo equipara a los
porcentajes obtenidos en F.I.V. (60-70%). La elección de
una técnica u otra (FIV ó ICSI) en el laboratorio,
debe realizarse en función de la historia médica de la
pareja tratada.

La paciente, tanto si sus óvulos van a ser
inseminados mediante FIV o mediante ICSI llevará
idéntico tratamiento, ya que la única diferencia
estriba a nivel del laboratorio.

El razonamiento para llevar a cabo esta técnica
es que sabemos que de forma natural, para que un óvulo
pueda ser fecundado por un espermatozoide, una gran cantidad de
éstos deben adherirse a la membrana que rodea al
óvulo (zona pellúcida). Al unirse a ella, por medio
de unos receptores específicos situados tanto en la zona
pellúcida como en la cabeza del espermatozoide,
éste libera unas substancias que alteran la zona
permitiendo que uno de ellos penetre hasta el interior del
ovocito. Si no se adhieren suficiente cantidad de
espermatozoides, ninguno de ellos podrá fecundar. Esta
falta de adhesión, podrá ser debida por tanto, a la
presencia de un número muy escaso de espermatozoides
(insuficiente para alterar la zona), a la ausencia de receptores
(hay numerosos espermatozoides pero no se pegan a la zona) o
sencillamente a una incapacidad de fecundar por parte de los
espermatozoides (porque no pueden atravesar las células de
la granulosa que rodean al óvulo y alcanzar la zona
pellúcida o porque una vez alcanzada ésta, son
incapaces de atravesarla).

El ICSI permite que si ningún espermatozoide
puede penetrar por sí mismo dentro del óvulo y
fecundarlo, nosotros podemos introducirlo con ayuda de unos
finísimos microcapilares (tan finos como un cabello)
haciendo que fecunde.

PREPARACIÓN DE LOS ÓVULOS PARA
ICSI

Una vez obtenidos los óvulos por
aspiración de los folículos, es necesario tratarlos
en el laboratorio antes de realizar la microinyección.
Mientras que en el FIV convencional los ovocitos son inseminados
mientras todavía permanecen dentro del cúmulus
(grupo de
cientos de células que rodean al óvulo), en la
microinyección espermática deben ser despojados de
éste así como de todas las células de la
corona radiata que también le rodean, no sólo para
poder
visualizar y ejecutar correctamente la micromanipulación,
sino para poder además comprobar de antemano el estado
madurativo de los mismos, ya que sólo aquellos que
estén en metafase II (maduros) en el momento de realizar
la microinyección podrán ser fecundados con
éxito.

Para separar las células del cúmulus y de
la corona, se emplean procedimientos tanto mecánicos como
enzimáticos. Para ello se realizan una serie de lavados en
una solución tamponada de hialuronidasa (enzima encargado
de romper las uniones intercelulares) donde los ovocitos son
repetidamente aspirados y expulsados a través de una fina
pipeta, lo que posibilita la completa disgregación de las
células de alrededor. Es necesario controlar tanto la
concentración como el tiempo de exposición
al enzima, para evitar cualquier lesión de la estructura
ovocitaria.

Los ovocitos, libres del cúmulus, son
posteriormente observados con un microscopio
invertido, donde se comprueba el estado de maduración de
los mismos. Debemos observar la zona pelúcida intacta, la
ausencia de vesícula germinal y la expulsión de un
corpúsculo polar.

De todos los ovocitos recuperados en la
aspiración, es posible que un pequeño porcentaje
pueda presentar la zona rota o estar degenerados y alrededor de
un 20% no serán maduros. El resto, es decir los maduros y
con morfología
normal, serán microinyectados.

PREPARACIÓN DE LOS
ESPERMATOZOIDES

Antes de ser microinyectados, los espermatozoides deben
ser inmovilizados. Para ello, los mejores espermatozoides,
previamente seleccionados, son situados en el centro de una gota
de un medio de cultivo más denso de lo normal. Los mejores
de ellos, avanzarán hasta el borde de la gota.
Allí, con la ayuda del microcapilar de inyección,
son cuidadosamente escogidos, uno para cada ovocito maduro que
tengamos que microinyectar, e inmovilizados. La
inmovilización evita que el espermatozoide pueda salir del
óvulo una vez microinyectado y además hace que se
produzca una alteración en su membrana que le
permitirá fecundar.

Para inmovilizarlos, situamos el capilar sobre la cola.
Luego lo bajamos, aplastando la cola del espermatozoide contra la
base de la placa donde están dispuestas las gotitas del
medio de cultivo. Por último desplazamos horizontalmente
el capilar, fracturando así la cola del espermatozoide que
mediante este sencillo procedimiento, queda listo para ser
microinyectado.

El procedimiento previo para seleccionar los
espermatozoides es básicamente el mismo en todos los
casos, si bien es necesario realizar pequeñas
modificaciones en cada caso concreto, atendiendo tanto al
número y movilidad de los espermatozoides como al motivo
por el cual se ha recurrido al empleo del
ICSI. El objetivo final, en cualquier caso, es seleccionar
aquellos espermatozoides de mejor calidad y en un número
adecuado.

Para ello en primer lugar, se realizan una serie de
lavados para eliminar el plasma seminal (ya que se ha demostrado
que afecta negativamente a la fecundación) y resuspender
los espermatozoides en un medio rico en nutrientes. A
continuación se emplea alguna de las técnicas
(gradientes de densidad, swim-up
que permiten seleccionar de toda la población de espermatozoides aquellos con
mejor movilidad y morfología. Sólo en casos de
severísima oligozoospermia y para evitar una
pérdida elevada de espermatozoides con la simple
manipulación, es preferible lavar y buscar espermatozoides
en el mismo sedimento que queda tras la
centrifugación.

Cuando la movilidad está muy disminuida o es
prácticamente inexistente es conveniente la adición
de un activador del metabolismo
celular que consiga aumentar el movimiento del
espermatozoide. Si la movilidad fuera nula, se emplazarían
los espermatozoides en un medio hipo osmótico para saber
cuáles de ellos están vivos y cuáles no, ya
que los espermatozoides muertos no pueden fecundar, mientras que
los vivos, aunque estén inmóviles, sí
podrían hacerlo.

ICSI CON ESPERMATOZOIDES DE TESTÍCULO

En los varones diagnosticados de azoospermia (ausencia
de espermatozoides en el semen), es posible que sí haya
espermatozoides a nivel de los testículos. Esto puede ser
debido a que exista una obstrucción en la salida de los
espermatozoides (azoospermia obstructiva) o a que los
testículos produzcan una cantidad de espermatozoides tan
extraordinariamente escasa que ninguno alcance a salir en el
semen (azoospermia secretora).

En estos casos se pueden aspirar estos espermatozoides
directamente del parénquima testicular o de los
epidídimos (primera porción del conducto de salida
de los espermatozoides) y ser utilizados para ICSI , con lo que
se consigue fecundación en pacientes que hace unos
años no tenían posibilidad de descendencia
propia.

Esta aspiración de espermatozoides se realiza
aplicando anestesia local en la piel del
testículo y aspirando con una finísima aguja el
parénquima testicular o el fluido epididimario. La
muestra se
deposita en una placa con medio, se separan los túbulos
seminíferos que es donde se encuentran los espermatozoides
valiéndose de unas agujas y con el microscopio invertido
se buscan espermatozoides móviles.

El procedimiento permite obtener una muy pequeña
cantidad de espermatozoides que difícilmente
podrían fecundar por sí mismos, por lo que siempre
se recurre a hacerlos fecundar mediante ICSI.

El pronóstico de fecundación es mejor en
los casos de azoospermia obstructiva, es decir aquellos que por
agenesia, una infección anterior, inflamación, vasectomía etc. tienen
impedido el camino de salida de los espermatozoides aunque los
produzcan los testículos de forma normal. Las
posibilidades se encuentran más reducidas en las
azoospermias secretoras, donde ya está afectada la
función testicular y en ocasiones por una
alteración genética.

PROCEDIMIENTO DE LA
MICROINYECCIÓN

El ICSI se realiza sobre un microscopio invertido, al
cual se le han adaptado unos micromanipuladores que permiten
mover unos capilares finísimos con los cuales podemos
aspirar o soltar pequeñísimas cantidades de
líquido y con él, espermatozoides.

Los micromanipuladores consisten en un sistema con unos
"joy-sticks" hidráulicos que controlan
microscópicamente el movimiento de los capilares. Los
microcapilares tienen adaptados unos microinyectores, que
básicamente son jeringuillas cuyo movimiento puede
controlarse con extraordinaria precisión.

La microinyección se realiza con unas pipetas
especiales que tienen el tamaño y la orientación
adecuada para coger espermatozoides de uno en uno e inyectarlos
en el interior del óvulo, sin dañar a
éste.

Para que durante el proceso de microinyección no
se den cambios bruscos de temperatura ni
pH en el medio donde están los ovocitos, la pletina del
microscopio está atemperada y al medio de cultivo se le
añaden substancias tampón que evitan
alteraciones.

El proceso en sí, no es mas que microinyectar un
espermatozoide dentro de un óvulo. Para ello, en la placa
sobre la que se va a realizar la microinyección se colocan
unas microgotas para los ovocitos y otras para los
espermatozoides. Las de los espermatozoides corresponden a una
solución más densa que enlentece el movimiento de
los mismos, facilitando así su manipulación. Los
ovocitos, desprovistos del cúmulus y la corona radiata, se
colocan a su vez en las microgotas de su medio
específico.

De las gotas donde están los espermatozoides se
elige uno que sea morfológicamente normal y viable y se
inmoviliza. La inmovilización se consigue tocando la cola
del espermatozoide con la micropipeta. Esto, produce una
modificación en la membrana, similar a la que tiene lugar
en la reacción acrosómica y que por tanto, le
permite fecundar.

A continuación el espermatozoide es aspirado y
microinyectado dentro del ovocito. Las membranas del ovocito son
muy elásticas, por lo que una vez puncionado, aspiramos
para asegurarnos que la membrana se ha roto y el espermatozoide
ha quedado situado en el interior del citoplasma. Un cambio de
velocidad en
la aspiración, indica la ruptura de la membrana.
Seguidamente se libera el espermatozoide en el interior del
ovoplasma.

Una vez microinyectados todos los ovocitos, son
cuidadosamente lavados, pasándolos por medios de
cultivo basados en el fluido tubárico (HTF), para que
desaparezca la sustancia tampón (HEPES) del medio de ICSI.
Serán entonces incubados durante aproximadamente 15-20
horas, hasta que se comprueba, en cada ovocito microinyectado, si
se ha producido una fecundación normal o no.

  • CULTIVO DE EMBRIONES

El cultivo de los embriones se lleva a cabo en el
laboratorio de FIV, donde se controlan y optimizan los
parámetros necesarios (temperatura, pH, humedad,
esterilidad) para conseguir el desarrollo
normal de los mismos.

El objetivo, a lo largo de todo el proceso, es
supervisar, evaluar y seleccionar aquellos embriones que por sus
características morfológicas ofrezcan una mayor
garantía de implantación en el útero
materno.

Para ello los embriones son cultivados en diferentes
medios secuénciales que aportan de forma continua los
nutrientes necesarios en cada estadio del desarrollo
embrionario.

TRANSFERENCIA DE EMBRIONES

La transferencia de embriones es la culminación
de un proceso que empezó varias semanas antes con el
inicio de la estimulación ovárica de la mujer. Los
embriones fecundados, cultivados y seleccionados en el
laboratorio, se transfieren al útero materno para que
implanten y prosigan su desarrollo.

La transferencia de embriones se lleva a cabo en una
sala de quirófano, pero no por las dificultades que
conlleva el proceso en sí, sino por la necesidad de
trabajar bajo condiciones estrictas de esterilidad. De hecho no
requiere ningún tipo de anestesia ni sedación ni
tampoco hospitalización, si bien, una vez depositados los
embriones en el útero, la paciente es llevada a su
habitación para que guarde reposo durante 2-4
horas.

El ginecólogo realiza primero una
ecografía para valorar la posición del útero
y el estado del endometrio. Habitualmente, el útero
está muy doblado hacia delante, sobre la vejiga de la
orina. Por ello, es aconsejable en estos casos de
"anteflexión uterina" realizar la transferencia con la
vejiga bien llena, de manera que ella misma endereza el
útero y la cánula puede llegar hasta el fondo de la
matriz,
fácilmente, sin doblarse y sobre todo sin la necesidad de
utilizar instrumentos como las pinzas de garfio, cuyo uso hace
que se liberen prostaglandinas y se produzcan contracciones
uterinas, muy perjudiciales en estos estadios iníciales de
implantación.

Tras limpiar cuidadosamente la vagina, se introduce esta
finísima cánula (que todavía no contiene a
los embriones) a través del cérvix y hasta llegar
cerca del fondo del útero. Cuando se confirma que la
cánula se encuentra correctamente situada, el
embriólogo cargará en un catéter los
embriones previamente seleccionados.

Este catéter, todavía más fino y
que ya contiene los embriones, es suavemente deslizado a
través de la cánula que introdujo el
ginecólogo. Éste, controla la progresión del
catéter por ecografía, de manera que solo cuando
verifica que el catéter está en el fondo, deposita
los embriones.

La pequeña burbuja de aire que
acompaña a los embriones, es controlada perfectamente
mediante ecografía, valorándose además si el
útero presenta o no contracciones, que pudieran afectar a
los embriones. La transferencia debe ser lo más delicada
posible, evitándose tocar el fondo del útero o
forzar la entrada de la cánula a través del
cérvix, ya que como hemos explicado, todo ello hace que se
liberen prostaglandinas que favorecen la producción de contracciones
uterinas.

Una vez depositados los embriones, cánula y
catéter son cuidadosamente retirados y examinados bajo
microscopio en el laboratorio de embriología (situado al lado de la sala de
quirófano) para descartar que ningún embrión
haya quedado adherido al catéter.

 

 

 

 

Autor:

José Yustiz

Universidad Fermín Toro

Lara, Venezuela

Partes: 1, 2
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